¿Qué tenemos que hacer ahora? Toca hacer el trabajo. ¿Pero por dónde empezar? Mirando el árbol veremos un trabajo arduo por delante con una considerable lista de escenas que escribir, descripciones, PNJs, herramientas, etc... No creo que exista ninguna reglas general sobre cómo debe encararse todo este trabajo. Cada uno tiene sus métodos y sus manías, pero puedo contaros cómo lo haría yo. Aunque primero veamos un poco de reflexión.
Yo creo que hay realmente tres aspectos en esto de la ficción interactiva, lo que en ocasiones he llamado las 'tres patas del taburete' o 'las tres ramas'. Son al mismo tiempo tres tendencias diferenciadas, tres aspectos a coordinar en toda narración interactiva, y están relacionadas con los tres procedimientos de interactivización que he descrito en los anteriores posts.
Por una parte tenemos la rama de la 'acción'. En esta rama se situaría la 'tendencia' de la aventura clásica orientada a puzzle. Lo que importa es lo que el jugador (en este caso es el nombre correcto) hace, más que lo que pasa o lo que se experimenta. Que el jugador se sienta el protagonista es lo más importante de todo. En esta rama la técnica más importante es evidentemente la secuenciación. El tradicional 'script' de la aventura, la solución, la secuencia de puzzles a resolver. Los autores más de esta rama, creo que pecan de ser un poco maniáticos en estos aspectos. Casi siempre que juego una aventura de Jarel tengo la sensación de que la secuencia de acciones lo absorbe todo, que es la obra en sí.
Tenemos la rama del 'texto'. En esta rama se situaría la 'tendencia' del relato interactivo, orientado a la experiencia, a la literatura exploratoria. Lo que importa es lo que se lee, el impacto de lo que ocurre, no lo que el interlector hace. En esta rama la técnica más importante sería la armonización. El tono, la adecuación, el ritmo, etc... es lo más importante. Yo, personalmente soy un maniático de la armonización hasta extremos que me hacen ser un productor de obras muy lento.
Finalmente tenemos la rama a la que pertenecí y que he llegado a dar por muerta, la rama de la 'simulación'. En esta rama se situaría la 'tendencia' que se ha dado en llamar simulacionista, y que yo preferiría llamar de 'historias emergentes'. En esta rama el objetivo principal es crear un mundo coherente en el que jugador o interlector participe, la interacción más o menos realista en sí, no la experiencia ni las acciones -en las dos anteriores la importancia recae en una dirección de la interacción (lo que hace el jugador) o en la otra (lo que dice la narración), mientras que en esta aproximación lo que importa es la corrección del flujo de ambos sentidos. En esta rama la técnica más importante es la deconstrucción, por supuesto.
Nadie es un autor puro de ninguna de las tres ramas -resultaría ridículo serlo, y las obras resultantes no tendrían mucho valor-, sin embargo, todos tenemos tendencias favoritas. Una opción para encarar la interactivización de una obra es empezar por la parte que te parece más importante.
Por ejemplo, yo, que actualmente me considero de rama literaria y un tanto maniático de la armonización, pero que vengo de la tendencia simulacionista, siempre empiezo planteándome primero cosas que para muchos no son ni planteables: ¿Debe estar el relato en segunda persona? ¿En primera? ¿En presente? ¿En pasado? Al final, acabo cogiendo la tabla de mensajes 'por defecto' del sistema y cambiándolos o revisándolos todos -eso cuando no me toca cambiar directamente el parseado de la librería o algo similar- para que estén armonizados con mi historia. Una vez que tengo esa parte 'a mi gusto', empiezo con los elementos desconstructivos, es decir, me pongo a revisar librerías, crear herramientas que hagan las 'funciones' que sé que voy a necesitar. Y en eso me entretengo todas las primeras semanas o meses de la creación de la obra. Cuando ya tengo las funciones necesarias implementadas es cuando me planteo la trama en sí. ¿Cuáles son las secuencias? ¿Qué escenas hay que escribir? Dibujo mapas, esquemas con las relación de los impedimentos/puzzles y trazo soluciones alternativas (odio que sólo haya una solución, eso es herencia de mi pasado simulacionista). Entonces, y sólo entonces, me pongo de verdad a 'escribir' -aunque lo cierto es que ni llegado a este punto se me quita la manía 'armonizadora', por ello me paro cada poco y corro el relato, pruebo, pruebo, pruebo y pruebo de forma obsesiva para ver si todos los textos encajan y suenan como deben de sonar.
Ese es básicamente mi sistema, pero creo que cada uno debe saber de qué 'pata' cojea, y modular su actividad según lo que realmente le gusta hacer primero... eso sí, sin olvidarse de que hay que completar las otras dos también para alcanzar la virtud del camino medio.
A partir de este post, escribiré los siguientes sobre este tema sólo por petición de los comentarios. Ya sólo queda comentar técnicas concretas, como encarar un problema u otro. Cuando haya suficientes consultas de ese tipo intentaré escribir un artículo con mi opinión al respecto.