viernes, 17 de abril de 2009

20 años más de madurez

Cuando le eché un ojo al diseño original casi me da un pasmo. Recordaba algunos detalles del asunto, como la naturaleza básica del mapeado y algunos de los puzzles, pero lo que no recordaba era lo infantil que eran algunos de los personajes incluídas.

Para proteger una 'puerta' te encontrabas con ¡¡¡el cancerbero!!!, nada más y nada menos. ¡Qué inocencia la de aquellos tiempos!

Pero otros seres eran aún mejor, como el ¡trompabor! nada más y nada menos. El nombrecito ya se las traía. ¿Una trompa a vapor? Pues casi casi... el fastuoso trompabor tiene la cualidad de hincharse de agua cual tanque de bomberos y ¡andar por ahí lanzando chorros antidisturbios que dejan conmocionado a los habitantes del pantano!. Un bicho de lo más creíble, desde luego. Y mejor no os cuento lo que pasaba cuando le atacabas.

Esas cosas daban vergüenza. ¡Había que quitarlas! Por otra parte las notas empezaban con un demoledor: Esta aventura ha de ser transcrita en menos de un mes, de forma que habrá que simplificarla al extremo, por ello los PSIs serán estáticos.... ¡¡¡¡argh!!! ¿¿Estáticos?? ¡Ni hablar!

También los mensajes (antes no se hablaba de textos) eran lamentables en muchas ocasiones, no se podían usar como estaban para nada.

¿Cómo encararlo entonces?

Había que hacer una recreación a otro nivel, así que me empapé del espíritu de la saga (ya estaba muy lejana) y luego leyendo el código PAWS busqué las intenciones que se perseguían con esta entrega. Ese era mi verdadero punto de partida, buscar lo que yo mismo pretendía hacer hace 20 años con esta parte de la saga y recrearlo con las herramientas modernas y con una nueva madurez (sin pasarse, claro).

Y eso hice. Primero empezando con los mapas.

1 comentario:

  1. Yo no despreciaría las obras "inmaduras", a veces pueden tener una frescura y una espontaneidad que se pierden con la madurez.

    No sé si conoces las dos famosas grabaciones de las variaciones Goldberg que hizo Glenn Gould. Si no las conoces, te recomiendo que las escuches (si no te preocupa mucho la calidad, creo que andan por Youtube). Son un magnífico ejemplo de cómo nos cambia la madurez: la primera grabación, de 1955, es Bach tocado de forma desenfrenada, a toda velocidad, mientras que la segunda, de 1981, es muchísimo más reflexiva y recogida.

    A mí personalmente me gusta más la versión de 1981; pero tampoco podría decir que sea llanamente "mejor". Es diferente, expresa emociones distintas. Los años le hicieron ganar en unas cosas, pero siempre se pierde en otras. La interpretación de 1981 es extraordinariamente intensa; pero no tiene la agresividad y el vigor de la de 1955. Realmente es una suerte poder disfrutar de las dos, porque cada una aporta sensaciones distintas, y sería horrible que la versión del 55 hubiese caído en el desprecio y en el olvido.

    Bueno, me he enrollado como una persiana y estarás pensando "cómo desvaría este tío"; pero vamos... lo que quiero decir es que no creo que la inmadurez sea algo malo en el arte. En literatura existen ejemplos de autores cuyas obras más reconocidas fueron obras de inmadurez, y que más adelante, aun alcanzando más perfección técnica, no lograron igualar lo que habían hecho en su juventud.

    Con esto no te estoy intentando sugerir que hagas la aventura tal y como la habías pensado en un principio, porque eso no tendría sentido, estamos en 2009 y tendrás que hacer la obra que le guste al tú de 2009. Pero sólo te recomiendo que no desprecies tanto aquellas ideas de hace 20 años, quién sabe, a lo mejor habría sido una magnífica aventura si la hubieras hecho, diferente de la que harás ahora pero también con su valor propio y único, como esas variaciones Goldberg del 55.

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